Fruta Maya
LA HUAYA
La huaya, que abundaba en las selvas yucatecas, fue fuente de vitamina C para los primitivos habitantes de la Península,
Hoy está en vías de extinción por la tala inmoderada.
El fruto de la huaya, que abundaba en la selva de Yucatán y fue la fuente de vitamina C para las comunidades mayas en la época precolombina, aún mantiene su popularidad entre los yucatecos que la consumen al natural o con sal y chile.
Sin embargo, esta planta melífera y ornamental ahora está desapareciendo por la deforestación, lo que también ocasiona que otras especies animales y vegetales se encuentren en riesgo ante el desequilibrio de la cadena alimenticia.
Las huayas que consumen los yucatecos son de dos especies distintas: la nativa y la cubana, pero que ambas pertenecen a la familia de las "sapindaceae".
Este fruto de semilla redonda y lisa posee una cubierta jugosa color anaranjado, rica en azúcares y con una pequeña cantidad de taninos, una substancia astringente, y que es rica en vitaminas, particularmente la C.
La huaya nativa o criolla, originaria del sureste de México y Guatemala, que abundaba en la selva de la Península y cuyo nombre científico es "talicia olivaeformis", fue "domesticada" por los mayas que la consumían con regularidad.
En la época precolombina, cuando no se cosechaban los cítricos en la región, las huayas fueron una fuente de vitamina C para los habitantes de las comunidades mayas de aquel entonces, que así evitaron enfermedades como la pelagra, que se producen por la ausencia de estos nutrientes.
SUS NOMBRES EN MAYA
La huaya nativa es conocida en maya con los nombres de waaya, wayam, wayuum, wayum che y wayum y es más chica y menos carnosa y jugosa que la cubana -"mamoncillo" en el lenguaje popular-, pero a veces es más dulce, y el color de la cáscara es de un verde suave.
La huaya cubana ("meliccoca bijugatus") fue traída de las Antillas por los españoles y es más grande, tiene mucha pulpa, su cáscara es más gruesa y de un color verde intenso.
La huaya nativa está desapareciendo de las selvas yucatecas, donde abundaba, a causa de los procesos de deforestación y tala inmoderada, lo que también repercute en la fauna que se alimenta de sus frutos, como el mono, el tepezcuincle, el venado y las aves canoras. Al romperse el equilibrio de la cadena alimenticia se dañaría a estas especies, lo cual, a su vez, impactaría negativamente en el ciclo de otros animales y vegetales.
El árbol de la huaya, además de maderable, también tiene valor ornamental y melífero, porque de sus flores las abejas extraen parte del néctar con el que elaboran la miel.
REFRESCOS, HELADOS Y BOLSAS ADEREZADAS
Con la pulpa de la huaya también se pueden elaborar refrescos y helados. Da fruto en los meses de mayo a agosto, pero puede retrasarse o adelantarse y a veces se cosecha dos veces al año.
La huaya se vende en racimos,o en bolsas, peladas y preparadas con sal y chile. En las calles se encuentran indistintamente en ambas presentaciones.
Es importante extremar las precauciones al "anolar" huayas -sobre todo con los pequeños-, ya que si se traga la semilla puede provocar asfixia.